Arte

(Del latín ars, habilidad en la producción de algo).

En la antigüedad, el artista era más bien un artesano conocedor de las técnicas para la producción de útiles que facilitaban el trabajo diario: armador, alfarero, herrero, curtidor, marroquinero, carpintero, espartero, tejedor, albañil, etc.

Durante siglos no disponía de libertad creativa sino que se limitaba a reiterar cánones o preceptos heredados o impuestos por la casta sacerdotal o política. Recién en el Renacimiento aparece el artista diferenciado del artesano y es cuando deja de ser anónimo para adquirir una identidad propia basada en la originalidad de sus obras. En la actualidad existen dos tipos de profesionales vinculados al arte. Por un lado, el Licenciado en Arte, centrado en el estudio histórico y de las teorías estéticas y en la valoración de las obras desde el punto de vista de la autenticidad y valor de mercado. Por otro lado, el Profesor de Bellas Artes con conocimiento de saberes prácticos de las diversas ramas del arte como pintura, escultura, grabado, cerámica, etc. Nuestro país produjo grandes artistas de nivel internacional graduados de universidades o profesorados de Arte.

En la actualidad hay cierta crisis de las instituciones de formación que no logran atender del todo la creciente demanda estudiantil en materia de conocimientos técnicos y de infraestructura de talleres y laboratorios. Instituciones nacionales como la prestigiosa Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón, entre otras, se encuentra diluidas en el IUNA, entidad universitaria que nuclea numerosas escuelas de arte sin demasiado orden y sin concierto armónico entre la tradición académica y el ejercicio profesional.